martes, 18 de diciembre de 2012

Finca Río Negro, vinos de altura


Una comarca, un terroir…. un vino

La Sierra de Guadalajara encierra en su corazón sorpresas inesperadas y gratas. No se conocen suficientemente sus tesoros naturales, arquitectónicos, humanos pero más sorprendente todavía resulta el desconocimiento de su tesoro enológico ¿quién conoce su vino? Sí su vino, lejos de las grandes extensiones del sur de la comunidad autónoma o de la vecina Ribera de Duero.  A unos 20 minutos de Hiendelaencina, en un paraje situado a las afueras del bello pueblo de Cogolludo y a 1 000m de altitud se halla la finca Río Negro.
Hasta hace bien poco, pasaba a menudo delante de la gran verja de la propiedad preguntándome qué se podía esconder detrás de ella y entre sus árboles. Veía serpentear un camino por la falda de la colina a orillas de una preciosa cárcava pero no sabía dónde terminaba, en qué sorpresa desembocaba.
Hace unos días,  un grupo de amigos de la Asociación de Turismo de la Sierra Norte de Guadalajara, descubrimos su secreto. Guiados por Fernando, recorrimos su viñedo, visitamos sus bodegas tanto de elaboración como de crianza y catamos dos de sus vinos. La visión de las cepas, de las barricas de roble y el olor tan característico de la bodega me retrajeron a mi infancia, a las tardes pasadas junto a mi padre en el château donde llevaba ya más de 20 años elaborando un néctar único en el mundo, el Sauternes.
Tras el recorrido, nuestro anfitrión nos condujo a la bodega social (primera bodega en los orígenes de la finca); un lugar lleno de encanto, con su cocina antigua y chimenea señorial aguardando a los visitantes. Alrededor de una bonita mesa catamos dos de sus mejores caldos: cosechas 2006 y 2009: vinos bien elaborados, francos, afrutados y con largo regusto: sin duda alguna vinos de altura.
Descubrir esta bodega, saborear sus vinos y disfrutar de la buena compañía fue todo un regalo.

La finca Río Negro organiza visitas guiadas que incluyen catas de sus vinos todos los sábados y domingos (reserva obligatoria) y para grupos a demanda.
Sin duda alguna un lugar recomendable, otra razón para descubrir la Sierra Norte de Guadalajara.
Mi agradecimiento a la Asociación de Turismo Sierra Norte de Guadalajara por idear esta salida y sobre todo mil gracias a nuestro maravilloso anfitrión, Fernando, que nos rebeló otro tesoro de nuestra querida Sierra.

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