Una
comarca, un terroir…. un vino
La Sierra
de Guadalajara encierra en su corazón sorpresas inesperadas y gratas. No se conocen
suficientemente sus tesoros naturales, arquitectónicos, humanos pero más
sorprendente todavía resulta el desconocimiento de su tesoro enológico ¿quién
conoce su vino? Sí su vino, lejos de las grandes extensiones del sur de la
comunidad autónoma o de la vecina Ribera de Duero. A unos 20 minutos de Hiendelaencina, en un
paraje situado a las afueras del bello pueblo de Cogolludo y a 1 000m de
altitud se halla la finca Río Negro.
Hasta
hace bien poco, pasaba a menudo delante de la gran verja de la propiedad
preguntándome qué se podía esconder detrás de ella y entre sus árboles. Veía
serpentear un camino por la falda de la colina a orillas de una preciosa cárcava
pero no sabía dónde terminaba, en qué sorpresa desembocaba.
Hace unos
días, un grupo de amigos de la
Asociación de Turismo de la Sierra Norte de Guadalajara, descubrimos su
secreto. Guiados por Fernando, recorrimos su viñedo, visitamos sus bodegas
tanto de elaboración como de crianza y catamos dos de sus vinos. La visión de
las cepas, de las barricas de roble y el olor tan característico de la bodega
me retrajeron a mi infancia, a las tardes pasadas junto a mi padre en el
château donde llevaba ya más de 20 años elaborando un néctar único en el mundo,
el Sauternes.
Tras el
recorrido, nuestro anfitrión nos condujo a la bodega social (primera bodega en
los orígenes de la finca); un lugar lleno de encanto, con su cocina antigua y
chimenea señorial aguardando a los visitantes. Alrededor de una bonita mesa
catamos dos de sus mejores caldos: cosechas 2006 y 2009: vinos bien elaborados,
francos, afrutados y con largo regusto: sin duda alguna vinos de altura.
Descubrir
esta bodega, saborear sus vinos y disfrutar de la buena compañía fue todo un
regalo.
La finca
Río Negro organiza visitas guiadas que incluyen catas de sus vinos todos los
sábados y domingos (reserva obligatoria) y para grupos a demanda.
Sin duda
alguna un lugar recomendable, otra razón para descubrir la Sierra Norte de
Guadalajara.
Mi
agradecimiento a la Asociación de Turismo Sierra Norte de Guadalajara por idear
esta salida y sobre todo mil gracias a nuestro maravilloso anfitrión, Fernando,
que nos rebeló otro tesoro de nuestra querida Sierra.